martes, 21 de abril de 2015

Grecia mediaval


Grecia Actual


Guerra Civil griega (1946-1949)



Cuando en las Conferencias de Yalta y Teherán se fijaron las respectivas zonas de influencia de los Aliados en la zona del Mediterráneo, Grecia correspondió al campo anglo-estadounidense. Pero esta decisión no correspondía exactamente a la composición de fuerzas guerrilleras en el interior del frente griego, ya que las organizaciones de izquierda y las pro-soviéticas eran más potentes y numerosas y controlaban la mayor parte del país. El Gobierno de coalición constituido en el exilio el 10 de marzo de 1944, de composición inestable, difícilmente pudo ejercer su jurisdicción sobre todo el territorio griego. Al desembarco británico del 14 de octubre de 1944, que se realizó cuando ya las fuerzas alemanas abandonaban Grecia y capitulaban, se opusieron las organizaciones de la Resistencia encuadradas por los comunistas.

Éstas no aceptaron el compromiso de los partidos de derecha y de los británicos del
2 de diciembre de 1944 —aceptado tácitamente por Stalin—, y decidieron continuar la lucha armada para instalar un régimen socialista. Durante los seis años de la Guerra Civil Griega, su predominio se ejerció sobre todo en la zona montañosa del norte. Los partidos de izquierda no concurrieron a las elecciones del 31 de marzo de 1946, y el Partido Popular monárquico alcanzó la mayoría. Su dirigente, Zaldaris, fue nombrado jefe de Gobierno y organizó el plebiscito que confirmó de nuevo la monarquía como el régimen del país. El rey Jorge II volvió del extranjero. La oposición comunista continuó la guerra en la montaña y se formó en diciembre de 1947 el Gobierno de Grecia libre, presidido por el general Markos Vafhiadis, que gozaba del apoyo soviético y de los países del Bloque Oriental. Por el contrario, Gran Bretaña y Estados Unidos ayudaron masivamente, con material y consejeros, a las fuerzas monárquicas. En abril de 1947 el rey Pablo había sucedido a su hermano Jorge II. La guerra civil prosiguió hasta que, en 1950, ante la imposibilidad de proseguir la lucha, los últimos guerrilleros hubieron de refugiarse en Albania. La importancia estratégica del país posibilitó una notable ayuda militar y económica de Estados Unidos, que sustituyó a Gran Bretaña como principal aliado de Grecia e inspirador de la política de su monarquía.
Época reciente[
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Iglesia bizantina en el Ágora de Atenas.

Finalizada la guerra civil, se inició un proceso de relativa liberación presidido por el general Papagos, lo que permitió el ingreso de Grecia en la
OTAN (1951). A la muerte de Papagos, el rey Pablo I, hermano y sucesor de Jorge II, designó primer ministro a Constantinos Karamanlís, quien estabilizó la situación política. Durante este período se llevaron a cabo las negociaciones diplomáticas referentes a la situación de Chipre, cuyas reivindicaciones siempre habían contado con el apoyo griego. En 1962 Grecia ingresó como asociada en el Mercado Común Europeo.

Karamanlis hubo de abandonar el poder en junio de
1963 por divergencias con la corte. Las elecciones del 3 de noviembre de 1963 dieron un pequeño margen al Partido de la Unión del Centro, de Georgios Papandreu, quien, una vez nombrado jefe del Gobierno, recomendó nuevas elecciones. Celebradas el 16 de febrero de 1964, le proporcionaron una gran mayoría en el Parlamento. A la muerte del rey Pablo (6 de marzo de 1964) le sucedió su hijo Constantino. Entre los proyectos de G. Papandreu, de carácter moderado, algunos se relacionaban con una mayor democratización del país, que, según él, se encontraba demasiado mediatizado por las presiones de Estados Unidos, de los oficiales de derecha del Ejército y de la corte. La revelación de una confusa organización secreta en el seno del Ejército fue el motivo aparente para que el rey obligara a G. Papandreu a dimitir.

En 1967, la crisis política iniciada culminó con el golpe de Estado militar llamado «
de los coroneles», dirigidos por el coronel Georgios Papadopoulos (21 de abril de 1967). El régimen militar suprimió el anterior gobierno y el Parlamento, y canceló la libertades civiles y políticas. Las protestas estudiantiles del 17 de noviembre de 1973 fueron reprimidas por los militares con gran violencia. Un contragolpe de los militares realistas fracasó, y el rey tuvo que exiliarse en Roma. El nuevo régimen de los coroneles, con Papadopoulos como hombre fuerte, impuso una dura represión.

En
1973 se proclamó la República y Papadopoulos fue designado presidente, pero ese mismo año fue derrocado por un golpe militar (25 de noviembre) dirigido por el general Dimitrios Ioannidis, jefe de la policía militar, que gobernó en la sombra. El nuevo gobierno promovió un golpe de estado en Chipre (15 de julio de 1974) que expulsó al presidente Makarios con vistas a unir la isla a Grecia; pero el gobierno turco, frontalmente contrario, reaccionó invadiendo en parte la isla (20 de julio). Al fracaso griego de la maniobra siguió una etapa de profunda crisis y fue llamado Karamanlis, en el exilio, para que formara Gobierno (23 de julio de 1974).

Segunda República griega





En abril de 1924, por medio de un plebiscito, el pueblo griego aprobó la adopción de la forma republicana de gobierno. Este régimen se caracterizó por su inestabilidad política y por su ineficacia para modernizar las estructuras tradicionales del país. Al agravarse la crisis económica ocupó de nuevo el poder Venizelos (1928-32), el cual, de hecho, gobernó como un dictador, a la vez que se esforzó por mantener una política de buena amistad con las potencias vecinas. Dimitido Venizelos (1932), se abrió un nuevo período de inestabilidad política, que fue aprovechado por el general Georgios Kondilis para abolir la república (octubre de 1935). Por medio de un plebiscito, el rey Jorge II recuperó la corona y restituyó la monarquía.
Etapa fascista (1936-1941)[editar]
Artículo principal: Fascismo griego

El 4 de agosto de 1936, el general Ioannis Metaxas instauró una dictadura de tipo fascista conocida como «Régimen del 4 de agosto» por el día en que se había instaurado. El objetivo principal del nuevo régimen era devolver a Grecia la gloria de su pasado. El nuevo régimen debía sentar las bases para que brotara de Grecia una «Tercera Civilización Helénica», después de la de la Antigua Grecia y la del Imperio bizantino. Para ello, Metaxás estableció un «nuevo Estado» inspirado en la Alemania nacional-socialista basado en la disciplina, los valores tradicionales y el militarismo. Una de las obras principales del régimen fue la creación de una enorme organización nacional de juventudes (más conocida por sus siglas en griego, EON), que llegó a tener más de un millón de miembros, así como la estabilización de la situación económica y política, aunque ésta última se lograra con abusos sobre la oposición. Por otro lado, Metaxás se embarcó en importantes proyectos de modernización del Ejército griego y de mejora de las defensas del país, creando por ejemplo la Línea Metaxas. Estos esfuerzos se revelarían más adelante cruciales para derrotar al Ejército italiano en la Guerra Greco-Italiana del invierno de 1940-41. Metaxas falleció en enero de 1941, pero el «régimen del 4 de agosto» perduró hasta la entrada de los alemanes en Grecia a finales de abril de 1941.

Golpe militar de 1909 y el primero gobierno de Venizelos





El 27 de agosto 1909 se produjo el levantamiento militar en Goudi en las afueras de Atenas, en el que los militares organizados en torno a una Liga Militar exigían la destitución de los príncipes reales de sus cargos en las Fuerzas Armadas, que los militares ocuparan los ministerios de Guerra y de la Armada y que se ejecutara un programa de reformas militares. Tras la dimisión del primer ministro Dimitrios Rallis y el breve gobierno de Kiriakulis Mavromichalis, accedió a la jefatura del gobierno en 1910, Eleftherios Venizelos un político procedente de Creta, desligado de la política ateniense. En 1911 sometió a voto una nueva constitución en la que se protegían las principales libertades.

En 1912 y 1913 estallaron las Guerras de los Balcanes, al término de las cuales Grecia dobló su territorio por la incorporación de Tesalia, parte de Macedonia, el Epiro, Tracia y las islas de Samos, Quíos, Lesbos y Lemnos. En 1913 el rey Jorge I fue asesinado en Salónica, sucediéndole su primogénito Constantino.
Primera Guerra Mundial[editar]
Artículo principal: Grecia durante la Primera Guerra Mundial

Al estallar la Primera Guerra Mundial el país estaba dividido en dos fracciones, la germanófila, que encabezaba el rey Constantino I, cuñado de Guillermo II de Alemania, y la proaliada, cuyo principal representante era el primer ministro Venizelos. En los primeros momentos, Grecia se mantuvo neutral, pero, a medida que el conflicto se extendía entre los Estados balcánicos, las discrepancias entre el monarca y Venizelos se agudizaron. Esta crisis interna favoreció la ocupación de Macedonia por las Potencias Centrales, y la de Salónica, el istmo de Corinto y El Pireo por los Aliados (1915). En septiembre de 1916, Venizelos estableció un Gobierno provisional en Salónica y, con la ayuda de los Aliados se apoderó de Atenas en junio de 1917. Constantino abdicó, y le sucedió en el trono su hijo Alejandro (junio de 1917). Al poco tiempo, Grecia declaró la guerra a las Potencias Centrales. Al finalizar el conflicto obtuvo por el Tratado de Neuilly, firmado con Bulgaria, la Tracia Occidental, y por el Tratado de Sèvres, firmado con Turquía, la Tracia Oriental hasta el mar Negro, excepto la región de Estambul y el territorio de Esmirna en el Asia Menor.

En octubre de 1920 murió el rey Alejandro. Mediante un plebiscito, Constantino regresó a Grecia (diciembre de 1920), y Venizelos se exilió a Francia. Por otra parte, Mustafa Kemal Atatürk se negó a reconocer el Tratado de Sèvres y estalló la guerra entre Grecia y Turquía (1921-23), que constituyó un desastre militar para la primera. Algunos oficiales del ejército partidarios de Venizelos obligaron a Constantino a abdicar por segunda vez (septiembre de 1922), y varios de sus ministros y consejeros fueron acusados de traición, y fusilados. Se creó una Junta Revolucionaria, que colocó en el trono a Jorge II, hijo de Constantino. En julio de 1923, por el Tratado de Lausana, firmado con Turquía, Grecia renunció a la Tracia Oriental y a Esmirna y aceptó la repatriación de 1.400.000 refugiados griegos. Esta inmigración masiva agravó la situación económica, lo que favoreció el desarrollo de la oposición republicana y del Partido Comunista. En octubre de 1923 fracasó un golpe de Estado dirigido por el general Ioannis Metaxas que se proponía fortalecer la monarquía, lo que alentó a los partidarios de la República. En diciembre del mismo año, a causa de la creciente presión popular, Jorge II abdicó y se instauró una regencia.

Grecia moderna


Dominio otomano[editar]
Artículo principal:
Grecia Otomana

Los turcos otomanos controlaron la Grecia peninsular desde el siglo XV, aunque algunas islas permanecieron bajo la soberanía de Venecia hasta el siglo XVIII. Durante la dominación turca, los griegos pudieron conservar sus características nacionales y practicar su religión mediante el pago de un impuesto especial. Los turcos confiscaron algunas tierras para repartirlas entre sus funcionarios civiles y religiosos. En otros casos respetaron las posesiones de los antiguos propietarios. En las costas, los griegos se especializaron en el comercio, y en Estambul se formó una potente burguesía comercial que influyó en el Gobierno otomano, llamados los fenariotas (ya que provenían de un barrio de Estambul denominado Fener).

Durante los
siglos XVI, XVII y XVIII se sucedieron las insurrecciones de los helenos, que se multiplicaron en los períodos en que Turquía se enfrentaba con alguna potencia europea. En el siglo XVIII la decadencia del Imperio otomano favoreció la formación de grupos de bandoleros y piratas, que se convirtieron en los primeros núcleos del levantamiento nacional. A finales de ese siglo, algunos griegos emigrados organizaron sociedades patrióticas para preparar el alzamiento. Estos emigrados propagaron con éxito en Europa los ideales del nacionalismo griego.
Véase también:
Fanariotas
Independencia[editar]
Crecimiento de Grecia desde la independencia hasta el final de la Guerra Greco-turca (1922).
La Batalla de Navarino, en octubre de 1827, marcó el fin efectivo de la ocupación otomana en Grecia.

Iniciada la revuelta en
1820, la sublevación se extendió rápidamente, y en 1822 la Asamblea de Epidauro proclamó la independencia. Divididos por luchas internas, los sublevados no pudieron evitar que los turcos, con el apoyo de Egipto, reconquistaran el país en dos años (1826-27); pero las simpatías despertadas en toda Europa por el movimiento nacionalista griego se plasmaron en el Tratado de Londres (1827), en el que Francia, Inglaterra y Rusia proclamaron la autonomía de Grecia bajo la soberanía turca. La destrucción de la flota turco-egipcia en Navarino (1827) obligó al sultán a firmar el Tratado de Adrianópolis (1829), en el que se reconocía lo ya establecido en el de Londres. En esta misma ciudad se firmó en 1830 el protocolo que dio la total independencia, aunque se perdió una parte de la Tesalia.

Después del asesinato de
Ioannis Kapodistrias (1831), las potencias europeas designaron en 1832 rey de Grecia a Otón Wittelsbach, hijo de Luis I de Baviera. Otón gobernó dictatorialmente, gracias al apoyo de Rusia. Un golpe de Estado en 1843, le obligó a conceder algunas libertades formales, encargándose a una asamblea constituyente la elaboración de un proyecto de Constitución, que se promulgó en 1844 y que instauró el sufragio universal, de esta manera Grecia se convirtió oficialmente en una democracia parlamentaria de carácter liberal.

Depuesto en
1862, Inglaterra logró que la Asamblea griega nombrara rey a Jorge I, hijo del monarca de Dinamarca y cuñado del príncipe de Gales. En 1864 una nueva Constitución redujo los poderes monárquicos.

El problema de las reivindicaciones territoriales, particularmente el de Creta, fue dominante durante todo su reinado. Después de varias sublevaciones en la isla, el Gobierno griego decidió invadirla, pero la intervención europea dio lugar al
Tratado de Constantinopla (1897), en el que se concedió la autonomía a Creta y se encargó de su gobierno al príncipe Jorge de Grecia. El periodo de finales del siglo XIX se caracterizó por una pésima situación económica que llevó en 1893 a declarar la insolvencia del Estado y la creación de una comisión financiera Internacional encargada de supervisar el pago de los plazos marcados de los cuantiosos préstamos extranjeros y que también empujó a una fuerte emigración fundamentalmente hacia Estados Unidos, América del Sur, se calcula que unos 350.000 habitantes emigraron entre 1890 y 1914, la gran mayoría judíos o descendientes de ellos, lo que representaría una sexta parte de la población del país. Los flujos de remesas enviados por estos emigrantes desde el exterior se convirtieron en un elemento clave en el equilibrio de la balanza de pagos.[5]

Grecia medieval


Incorporación de Grecia en el Imperio bizantino[editar]
Artículo principal:
Imperio bizantino

Desde la división del Imperio entre Arcadio y Honorio (395), Grecia formó parte del Imperio romano de Oriente o Imperio bizantino, cuya base cultural fue helénica. Las invasiones de pueblos germánicos y eslavos modificaron la composición étnica de la población. Numerosos pueblos eslavos se establecieron en las zonas montañosas, mientras que los griegos se refugiaron en las costas y en las islas. Estos eslavos fueron lentamente helenizados.

En el siglo VII los
árabes se apoderaron de Chipre y Rodas. En el siglo X los emperadores lograron detener el avance de los árabes por el sur, y el de los búlgaros por el norte. Desde finales del siglo XI hasta mediados del siglo XII, los normandos saquearon varias veces las costas. Estas invasiones favorecieron la formación de una sociedad de tipo feudal. Los emperadores, para hacerles frente, pidieron ayuda a la República de Venecia, a cambio de la concesión de una serie de ventajas comerciales. Durante la Tercera Cruzada, Chipre fue conquistada por Ricardo Corazón de León. En la Cuarta Cruzada se fundó el Imperio Latino de Oriente (1204-61) y Grecia fue dividida en una serie de principados controlados por nobles francos. Las luchas entre francos y bizantinos fueron aprovechadas en los siglos XIII y XIV por Venecia y Génova, que se apoderaron de varias islas griegas. La división entre los principados francos favoreció a la aristocracia bizantina, que poco a poco fue recuperando la mayor parte del territorio griego.

En 1303 el emperador
Andrónico II Paleólogo contrató almogávares procedentes de la Corona de Aragón, en la llamada Compañía Catalana de Oriente, para parar el ataque turco. Tras el triunfo almogávar, fue asesinado su jefe, Roger de Flor, lo que llevó a una dura venganza en la que cabe destacar el saqueo de Atenas. Los ducados de Atenas y Neopatria quedaron en manos de la Corona de Aragón a través de la señoría del Reino de Sicilia hasta 1388, en que fueron ocupados por los venecianos. En el curso del siglo XV, Grecia cayó bajo el dominio otomano.

Hay que destacar que, hasta su caída, Grecia desarrolló una excelente flota de la que cabe destacar el
dromón, evolución del trirreme que iba armado con un arma exclusivamente griega, el fuego griego, lanzado desde una especie de cañón de bronce a modo de lanzallamas.